Dos medallas de plata para innovaciones CLAAS

La nueva integración de Terranimo con el sistema de asistencia al operador CEMOS para tractores y la tecnología CEMOS AUTO HEADER que realiza el ajuste automático de las barras de corte CLAAS VARIO, fueron las dos innovaciones galardonadas por el jurado de técnicos expertos y agricultores.

Función interactiva de protección de suelo integrada en la terminal del tractor
La primera medalla de plata fue para el sistema CEMOS de asistencia al operador de tractores, por su capacidad para evaluar el riesgo de compactación del suelo. Esta nueva función está integrada a la base de conocimientos que proporciona la aplicación Terranimo, sin carga de trabajo adicional para el operador.

Una pantalla en la terminal CEBIS informa al operador si la combinación actual de tractor-implemento representa un riesgo de compactación perjudicial bajo las condiciones predominantes del suelo. Estos cálculos se basan en datos relativos a la máquina y al suelo que se obtienen del sistema de asistencia CEMOS y se combinan con Terranimo, un simulador de compactación del suelo desarrollado por la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna (BFH-HAFL), en cooperación con el Instituto de investigación Agrícola Agroscope, la Universidad de Aarhus, de Dinamarca, y la Universidad Sueca de Ciencias de la Agricultura (SLU).

El conductor puede cambiar la configuración del conjunto tractor-implemento (por ejemplo, la presión de inflado de los neumáticos) para mitigar los riesgos de compactación que se muestran para tres capas de suelo, esta información se incorpora directamente a la evaluación de riesgos en tiempo real gracias a la función Terranimo®. De esta forma, el operador puede ver inmediatamente el efecto del proceso de optimización.

CEMOS AUTO HEADER ajusta la posición de la barra de corte de las plataformas VARIO
La segunda medalla de plata otorgada a CLAAS premió la incorporación de la función CEMOS AUTO HEADER al sistema CEMOS de LEXION. Hasta ahora, para realizar operaciones con el cabezal VARIO, el operador tenía que ajustar manualmente la posición de la barra de corte, la altura del molinete y la posición horizontal para obtener un flujo de cultivo óptimo y uniforme.

Con el fin de reducir la carga de trabajo del operario también en este ámbito, CLAAS ha desarrollado el sistema de asistencia CEMOS AUTO HEADER que permite el ajuste automático de la configuración del cabezal a las condiciones de cosecha. El control de la altura de trabajo del molinete se basa en los datos de un sensor láser. La medición de la longitud de la plataforma de corte y la posición horizontal del molinete utilizan datos de oscilación capturados por el sensor de volumen de cultivo en el embocador. Esto permite una alimentación uniforme a la cosechadora y reduce la tensión en todos los componentes, desde la barra de corte hasta los sistemas de separación primario y secundario, incluido el embocador. Con esto, se mejora la trilla y la máquina trabaja constantemente a su máxima capacidad.

Fuente: TodoAgro

Sergio Fernández, de John Deere: “Fue un año que explotó en producción y ventas”

Sergio Fernández (60) es ingeniero mecánico, recibido en la Universidad Nacional de Rosario y actualmente es Presidente de Industrias John Deere Argentina. Tiene una vasta experiencia en la empresa que le permitió llegar a la presidencia: en 1990 ingresó como ingeniero de producto en Rosario. En 1995, fue designado supervisor de Ingeniería de Producto y en 1999 fue promovido a gerente de Ingeniería de Producto, Manufactura y Mantenimiento de la unidad. En 2003, asumió la posición de gerente de Operaciones y, desde 2006, fue gerente de Fábrica para la operación en la planta de Granadero Baigorria.

Fernández vivió en primera persona la transformación del proyecto para la fabricación de tractores y cosechadoras en la planta santafesina, que se sumó en ese momento a la producción de motores que abastece a toda Sudamérica, siendo una de las 5 fábricas que tiene la multinacional en el mundo.

Al cerrar en 2011 el Gobierno la importación de forma total de productos terminados, tuvieron que decidir rápido cómo continuar porque la base comercial de la marca era la venta de tractores y cosechadoras que eran importados. Así que rápidamente tomaron la decisión de preparar la fábrica, que estaba bajo su mando, para comenzar a producirlos localmente.

Comenzaron en el depósito de repuestos (había sido mudado a un nuevo depósito) con la fabricación de tractores más chicos (utilitarios). Traían desde India y México la transmisión y ejes mientras que nacionalizaron llantas, neumáticos, baterías y fundiciones más simples.La principal ventaja era que el motor es argentino, producido en la misma planta. “Fue notable porque los dealers, como no tenían tractores para vender, aprendieron a vender utilitarios a punto tal que teníamos el 50% del market share en su momento”, contó a Clarín Rural.Fabrican tractores desde 40 a 230 caballos. Foto: John Deere.

Fabrican tractores desde 40 a 230 caballos. Foto: John Deere.

También avanzaron en la producción de cosechadoras en 2012, que según explicó, fue más complicado.Pero se adaptó rápidamente la fábrica de John Deere ubicada en Horizontina, Brasil, para proveerles los materiales necesarios. Desde Argentina enviaban el motor para Brasil y desde el país vecino importaban parte de la trilla y de la separación con dicho motor montado. Y años más tarde, comenzaron a fabricar tractores de mayor potencia en 2017. Eran tractores medianos y grandes (líneas 6000 y 7000). Actualmente, sólo importan de forma completa los tractores de menos de 40 caballos (de jardín) y de más de 230 caballos.

Además, John Deere tiene un centro de entrenamiento y un centro de distribución de repuestos en el predio que ocupa 60 hectáreas en las afueras de Rosario.

“Con el Gobierno de Macri había dudas de Estados Unidos (casa matriz) de que si había que seguir fabricando de esta manera en Argentina, pensando en que se iba a abrir todo. Porque veían que hay una cierta ineficiencia que en Brasil armen y desarmen los modelos para mandar acá, pero vieron que tener una fabricación local, sea el gobierno que sea, ayuda muchísimo por la relación con el mercado y con el cliente”, describió la situación en aquel momento.El predio donde está la fábrica de John Deere en Granadero Baigorria ocupa 60 hectáreas.  Foto: John Deere.

El predio donde está la fábrica de John Deere en Granadero Baigorria ocupa 60 hectáreas. Foto: John Deere.

Pese a estos cambios que impulsaron la producción, la multinacional fue por más. y en 2018 invirtieron en Pla, que produce sembradoras y pulverizadoras en Las Rosas (Santa Fe), y en King Agro, que elabora botalones de fibra de carbono en Campana (Buenos Aires).

– ¿Cómo ve la actualidad política-económica de la Argentina?

-El momento lo veo con mucha incertidumbre. Lo único bueno es que estamos acostumbrados. Como decía Fontanarrosa (Roberto),‘ andás mal pero acostumbrado’. A veces hablamos con la casa matriz y no terminan de entender todo. Pero nos terminan diciendo ‘ustedes pasaron muchas crisis y confiamos en ustedes que saben navegar’. El liderazgo local ha logrado generar esa confianza de que sabemos manejar. El riesgo siempre está pero uno trata de mitigarlo lo más posible y seguir haciendo negocios. Tenemos los principios operativos. Si debemos priorizar importaciones porque hay restricciones mayores, priorizamos para motores porque soporta el negocio de la región. Además, tratamos de fondearnos internamente pese a que tenemos acceso a fondeos externos de la compañía. Y estamos atentos con el spread (cambiario) mirando las resoluciones del Banco Central.

-¿Tuvieron problemas por las restricciones para importar?

-Hemos tenido problemas pero al tener una base de producción local, cerca del 80%, no fue grave. Nos impactó en sembradoras y pulverizadores. Importamos cero. El año que viene prevemos atender el mercado con Pla. Y en el caso de tractores y cosechadoras nos impactó con el timing pero se fueron liberando. Hubo demoras de componentes que generaron ineficiencia en las líneas de producción pero al final del día funcionó, no se paró ninguna línea.Sergio Fernández sostuvo que entre las tres plantas emplean a 1200 personas en forma directa, y cerca de 3000 personas incluyendo a los empleados de la red de concesionarios. Foto: José Luis García.

Sergio Fernández sostuvo que entre las tres plantas emplean a 1200 personas en forma directa, y cerca de 3000 personas incluyendo a los empleados de la red de concesionarios. Foto: José Luis García.

-¿Cómo cierra el año John Deere?

-Fue un año que explotó en producción y ventas. En tractores utilitarios se triplicaron los volúmenes comparados al 2020. Mientras que en cosechadoras fue un 40% más. Hubo demanda reprimida por la pandemia el año pasado y en 2021 repuntó, no sólo en maquinaria, sino también en muchos rubros. Además, se sumó en Argentina el hecho de un dólar atrasado que fomentó más las ventas. Y ahí se nos produjo otro problema, que es un lindo problema, pero que no deja de ser un problema, que es la falta de productos al tener más demanda que oferta. Te queda ese gusto de que fue un año de que se podría haber vendido más.

-¿Y en motores?

-En motores casi se duplicó. En 2021 vamos a terminar fabricando alrededor de 27.000 motores de los cuales cerca de 24.000 fueron exportados. En Argentina quedan 3.000 y luego están los de la cosechadora que van a Brasil y vuelven al país montado. Y en 2022 prevemos alcanzar la fabricación de 32.000 motores.El barral de fibra de carbono hecha por King Agro, en una pulverizadora de John Deere.

El barral de fibra de carbono hecha por King Agro, en una pulverizadora de John Deere.

-¿Cuáles fueron las últimas inversiones de John Deere en Argentina?

-La última inversión importante fue la adquisición de Pla, que fue estratégica porque nos faltaba la pata de cultivos (pulverización y siembra). La compramos en el timing justo porque luego se prohibió la importación. Hoy tenemos cosechadoras, tractores, pulverizadoras y sembradoras fabricadas localmente. Y estamos invirtiendo en la planta de Las Rosas. Tenemos un plan para unificar las dos fábricas que tiene la empresa, llevando la que está en el centro de la ciudad a las instalaciones que están en la ruta. Además, estamos haciendo nuevos almacenes y calles. También compramos King Agro, de menor inversión, pero también fue importante. Esto muestra el compromiso con el país. A veces se habla de empresas de fabricación local y nosotros hace más de 60 años que estamos en Argentina y seguimos invirtiendo.

-¿Y en la planta de Granadero Baigorria?

-Estamos con un plan de adecuación de todos los sistemas eléctricos de la planta por 15 millones de dólares. A veces hay anuncios por uno o dos millones de dólares. Y esta inversión es solo para mantener la planta funcionando. Me gusta comentarlo porque muestra un compromiso a largo plazo. Nadie invierte en sistemas eléctricos si no va a fabricar por 30 años más. Además, adecuamos el sistema de tratamiento de efluentes con una planta que comenzó a operar en 2017 y seguimos mejorándola. Por otra parte, en líneas de producción, en motores estamos con un proyecto muy importante que es el ensayo frío del motor. El 100% de los motores están trabajando media hora en el dinamómetro que, sumado a los preparativos, lleva 50 minutos en total. Ahora, pasarán a ser de frío, donde el motor no se arranca, solamente se gira y con diferentes ensayos, te indica si el motor va andar bien o mal. El ensayo requiere una cantidad de evaluación de datos muy grande desde el montaje, pasando por las diferentes líneas, hasta llegar al ensayo final que dura 5 minutos. También estamos trabajando con la fábrica que se conecta de forma inteligente.

-¿Cómo ve la ley de maquinaria agrícola que impulsa Cafma?

-La veo muy en dirección a las necesidades de Cafma. Es necesario pensando en el país que tiene agroindustria de primer nivel, tener una base de sustentación de máquina agrícola local también de primer nivel. Y no se puede dejar afuera la autopropulsada, que obviamente son una base fundamental. Las autopropulsadas están lo que Cafma llama multinacionales. Sí, son empresas de capitales globales pero que están asentadas y fabrican en el país hace mucho tiempo y que no deja de ser fábricas locales. Para hacer una ley de maquinaria agrícola nacional es obvio que hay que incluir las fábricas de las compañías globales que hacen equipos autopropulsados. Es importante tener una ley, es el área de la economía argentina, hablando de la agroindustria, que mejor hacemos. Es la que más exporta, la que más superavitaria es. Entonces, dar soporte desde el Estado a todo lo que apoye la agroindustria, es ineludible. Y en eso están las máquinas agrícolas.Pista de entrenamiento en la planta de Granadero Baigorria. Foto: John Deere.

Pista de entrenamiento en la planta de Granadero Baigorria. Foto: John Deere.

-¿Está retrasado el recambio de maquinaria agrícola en el país?

-Lamentablemente, el 70% del parque de tractores y el 50% de las cosechadoras tiene más de 15 años. Y el avance en tecnología por ejemplo de la cosechadora en 15 años, si se analiza las pérdidas de cosecha en este tiempo, es muy importante para el país. No se puede perder esa cantidad de divisas.

-¿Cuál sería una posible solución?

-Probablemente pasa por el plan canje, o el fomento de recambio con financiación de máquina nueva.

-¿Se vienen lanzamientos nuevos en 2022?

Productos nuevos hay en carpeta pero son sólo mejoras de productos actuales, apuntando a seguir mejorando esa visión de darle solución a los sistemas de producción del productor y de la conectividad de nuestras máquinas.

-¿Cómo impactó la compra de John Deere en Pla?

Se puede decir que John Deere ordenó los procesos de una empresa local que trabajaba con ciertas prácticas. Se empezaron a vender productos con la red John Deere, y eso ayudó mucho porque está en todo el país. El respaldo que ve el cliente de John Deere es muy importante.

Fuente: Clarin

Jacto fue galardonada entre los «Mejores del Agronegocio 2021»

Jacto fue premiada en la categoría «Mejores del Agronegocio 2021», en el segmento Máquinas y Equipos Agropecuarios en Brasil.

La empresa recibió el galardón en el marco de las distinciones otorgadas de forma anual por el medio brasileño especializado Globo Rural, que organiza estas competencias desde hace 17 años.

“Es un honor participar en esta premiación, que es una premiación para los agricultores. Les ofrezco este premio a todos los agricultores, a todos los empleados de la empresa, a nuestros revendedores máster y a toda la familia Nishimura”, destacó Fernando Gonçalves, Presidente de Jacto.

El ejecutivo aprovechó este espacio para hacer un breve repaso de los 73 años de historia de la marca: Jacto fue fundada por un inmigrante japonés que vino con U$S 100 en el bolsillo y que pasó hambre en ese tiempo. Hoy en día trabajamos con una enorme línea de máquinas, además de productos y servicios para la agricultura de precisión, que propician el desarrollo de la agricultura 4.0 dentro de la propiedad. También realizamos investigaciones y trabajamos con vehículos autónomos”, relató.

Fuente: Maquinac

CNH Industrial debutó como empresa centrada en equipos agrícolas y de construcción

La empresa CNH Industrial, con plantas en Argentina en la ciudad de Córdoba, anunció que comenzó a cotizar oficialmente en 2022 en la Bolsa de Nueva York (NYSE), en Estados Unidos, y en Euronext Milán de Borsa Italiana, en Italia, como un actor totalmente centrado en la agricultura y la construcción.

“Como empresa matriz de las reconocidas marcas Case IH, New Holland Agriculture, CASE Construction Equipment y New Holland Construction, así como de las innovaciones y servicios que las impulsan, CNH Industrial se compromete a aportar valor a sus accionistas y partes interesadas”, dijo la compañía en un comunicado.

Este nuevo comienzo es el resultado de una operación estratégica planificada desde hace tiempo para separar los negocios “On” y “Off” de CNH Industrial.

Desde el anuncio de la escisión en 2019, la dirección ha estado trabajando para establecer la nueva organización y definir sus prioridades a largo plazo. Con la consecución de este hito, la empresa espera presentar su futura dirección en el “Capital Markets Day” del 22 de febrero de 2022.

Declaraciones

“Estamos muy entusiasmados de lanzar una nueva CNH Industrial fruto de una detallada planificación estratégica, un duro trabajo y una determinación sin límites. Quiero felicitar a todo nuestro equipo, y en particular a nuestro equipo directivo, por haber llevado a cabo esta operación, y dar las gracias al Consejo de Administración por haberla supervisado hasta su conclusión”, expresó Scott Wine, CEO de CNH Industrial.

“Como empresa centrada exclusivamente en la agricultura y la construcción, prestaremos toda nuestra atención y apoyo a nuestros clientes y distribuidores. Esto implica el desarrollo de productos y procesos innovadores para aumentar la productividad, mejorar la rentabilidad y liderar nuestros ambiciosos planes ESG para asegurar que operamos con pleno respeto a las personas y al planeta”, agregó.

Por último, señaló: “También me gustaría desear a nuestros antiguos colegas y ahora compañeros en el recién formado Iveco Group, todo el éxito en el inicio de sus operaciones independientes y en la cotización en la Borsa Italiana Euronext”, añadió Wine.

Fuente: Infocampo

“El desafío de fabricar maquinaria agrícola autopropulsada en Argentina”

Argentina puede aumentar la producción de alimentos con una mayor apuesta a la renovación tecnológica

AFAT, la asociación que nuclea a diversas empresas vinculadas a la fabricación y comercialización de cosechadoras, tractores, pulverizadoras, maquinaria y motores en Argentina, aseguró este miércoles que nuestro país está ante la oportunidad de aumentar la producción agroalimentaria si apuesta por una mayor inversión en la renovación tecnológica de la maquinaria agrícola autopropulsada.

En el marco de una conferencia de prensa que se llevó a cabo en La Rural con motivo del Día de la Maquinaria Agrícola, titulada “El desafío de fabricar maquinaria agrícola autopropulsada en Argentina”, directivos de las empresas asociadas a AFAT coincidieron en la necesidad de alentar a la modernización del parque, que según datos del Censo Nacional Agropecuario, envejeció de manera significativa dado que el 73% de los tractores  y el 46% de las cosechadoras locales son equipos con más de 15 años de vida.

La presentación estuvo a cargo de Leandro Brito Peret, director ejecutivo de AFAT, quien destacó que la asociación, que se fundó en 1973, cuenta con siete empresas radicadas en Argentina en las tres provincias de la zona núcleo (Córdoba, Santa Fe y provincia de Buenos Aires). “En conjunto, representamos el 77% del patentamiento de tractores, el 94% de las cosechadoras, el 100% de las forrajeras autopropulsadas y casi el 43% de las pulverizadoras autopropulsadas. Para alcanzar esta presencia y penetración en el mercado, entre todos los socios sumamos 10 plantas industriales que superan, en total, los 575 mil metros cuadrados en superficie fabril. La capacidad instalada suma 11.500 tractores, 4.000 cosechadoras, casi 500 pulverizadoras, 77.000 motores y casi 1.000 implementos. Para esto, generamos empleo para más de 9.000 familias, contando solamente el trabajo en planta y una red comercial que abarca 650 puntos de venta en todo el país. A esta estructura hay que agregarle las casi 2.000 empresas proveedoras de bienes y servicios en Argentina. Todo este esfuerzo se ve reflejado en números: en el año 2020, la facturación agregada de las empresas alcanzó los casi $94 mil millones, y arriba de los US$ 227 millones en exportaciones”, detalló.

Según datos de la asociación, actualmente existen más de 1.200 empresas que fabrican o ensamblan maquinaria agrícola y agropartes en Argentina, y en la cumbre de esa pirámide se encuentran las fabricantes de maquinaria autopropulsada, es decir, aquella que se mueve por sus propios medios. Se trata de tractores, cosechadoras de granos, pulverizadoras, cosechadoras de forrajes y algunas otras máquinas especiales, cuyo proceso de producción es complejo porque requiere aplicación de recursos humanos, económicos y tecnológicos, demanda experiencia acumulada durante décadas y la construcción de un prestigio de marca.

Para AFAT, este sector es fundamental para la economía nacional, ya que posee plantas industriales que funcionan como polos económicos a su alrededor, genera un alto volumen de puestos de trabajo con colaboradores que se capacitan continuamente y sostiene fuertes redes de comercialización distribuidas a lo largo y a lo ancho del país que dan trabajo a miles de familias tanto en ciudades grandes como en localidades pequeñas.

“La mayoría de nosotras somos empresas sólidamente fijadas a este suelo y llevamos décadas produciendo maquinaria autopropulsada en el país con una vocación unívoca de industria argentina. En ese tiempo hemos conformado una amplia red de proveedores aportando al desarrollo y crecimiento de muchos de ellos. Aplicamos a los tractores, cosechadoras de granos y forrajes y pulverizadoras que producen altos niveles tecnológicos generados en el país o transferidos de sus centros de desarrollo en otros países”, señaló Ignacio Armendáriz, gerente comercial de Agrale Argentina.

Armendáriz resaltó que las empresas cuentan con una capacidad industrial que duplica a la ocupada actualmente, lo cual es un recurso que la economía argentina debería aprovechar a través del impulso del crecimiento de los mercados.

En este sentido, aseguró que la existencia de una ley de Plan Canje o de renovación de maquinaria agrícola generaría diversos beneficios, como por ejemplo la aceleración de la incorporación de tecnología a la producción agropecuaria, la incorporación al circuito de pequeños productores incapaces de producir actualmente por la obsolescencia de su parque, la remecanización de provincias cuyo parque de maquinaria es totalmente obsoleto, la eliminación de costos de reparaciones de maquinarias con varias décadas de uso, el avance en la sustentabilidad con equipos con prestaciones más amigables con el ambiente y el mejor aprovechamiento de la oportunidad de labor por medio de la utilización de maquinaria de última generación más confiable.

“No hace falta ser un especialista para afirmar que los tractores, cosechadoras de cereales y forrajes y pulverizadoras de hace 15 años o más son unas máquinas completamente distintas a las que se comercializan actualmente: sistemas de cambios bajo carga, transmisiones automáticas, control satelital, pilotos automáticos o control de pérdidas son solo algunas de las mejoras técnicas que ofrecen las máquinas actuales y a las cuales se facilitaría el acceso por medio de un plan de renovación”, remarcó Armendáriz.

El directivo de Agrale hizo hincapié en el proyecto que inició AFAT en 2020 para avanzar en esa línea, que presentó al Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación y que vienen enriqueciendo con el aporte de ACARA.

“Los fondos asignados al plan renovación deberían incluirse anualmente en el Presupuesto Nacional como una partida al efecto asignada al Ministerio de Agricultura, y el beneficio debería ser otorgado directamente al productor agropecuario o contratista propietario de la máquina obsoleta y comprador de una unidad nueva similar. Es condición para recibir el beneficio que la máquina obsoleta sea previamente destruida”, detalló.

En ese marco, Armendáriz aseguró que el financiamiento es otro de los puntos fundamentales para el acceso del productor y de los contratistas a la renovación de tractores, cosechadoras de cereales y forrajes y pulverizadoras.

“En una economía sostenida fuertemente por la producción agropecuaria, el apoyo estatal al sector vía financiamiento debería ser política de Estado, ya que es a través de ella que el país obtiene parte importante de las divisas que necesita”, sostuvo.

Y agregó: “Deben existir líneas de crédito permanentes en el tiempo, a tasas preferenciales si es posible, previsibles en cuanto a la no modificación de su estructura y transparentes en la asignación y el destino de los fondos”.

Calidad e integración local: el desafío de los proveedores

En comparación con la industria automotriz, la industria de la maquinaria agrícola autopropulsada demanda piezas de alta complejidad e inversión y de muy bajo volumen (ej.8.000 tractores año vs. 800.000 automóviles). Ante este panorama, el objetivo es desarrollar proveedores de calidad de clase mundial en Argentina que además de suministrarnos piezas localmente puedan sumar volumen a su ecuación de inversión a partir de la exportación a otras fábricas hermanas de las empresas de AFAT en el resto del mundo.

Sergio Fernández, presidente de industrias John Deere Argentina, explicó:

“Como todo fabricante, por comunicación, entrega, inventarios, desarrollo de productos, logística, entre otros factores, siempre preferimos una base de proveedores local a una importada, pero obviamente tenemos que tener en cuenta la realidad de la disponibilidad tecnológica. Está en nuestro ADN fomentarla y para eso en AFAT trabajamos con el INTI, por ejemplo para desarrollar ensayos que todavía no se pueden hacer en Argentina, y también en otro aspecto importante de la política industrial que es la articulación con actores del ámbito gubernamental, académico y científico/tecnológico, aportando nuestro expertise y know-how en sistemas de manufactura, procesos de calidad y experiencia global en el desarrollo de proveedores”, relató Fernández.

“Una agroindustria de primer nivel como la argentina requiere de una base de maquinaria agrícola autopropulsada nacional también de primer nivel. Quienes formamos AFAT estamos para conseguirla”, expresó Fernández durante la conferencia.

El contexto actual

Tomás Liceda Rosasco, de CNH Industrial, se refirió al contexto productivo actual y a la transferencia de tecnología en pos de la productividad. “Estamos yendo a una campaña récord histórica en Argentina, y el avance en tecnología, principalmente en cosechadoras, nos va a permitir reducir pérdidas”, señaló.

“A pesar del contexto mundial de las últimas dos campañas, el sector productivo argentino sigue avanzando. Si se miran los números, se están alcanzando las 34 millones de hectáreas con una producción total de 130 millones de toneladas. Esa es una muy buena noticia para todos los que nos vinculamos con el sector”, expresó.

El directivo sostuvo que la demanda de robots y las soluciones de la agricultura de precisión tendrán un impacto en el total de la producción, y afirmó que es hora de prestar atención en ese sentido. “Con solo renovar o actualizar el parque de maquinaria actual en Argentina podríamos dar un fuerte salto en productividad”, consideró.

Costos, un punto clave

A su turno, Carlos Palmieri, gerente general de Jacto, señaló la importancia de poner el ojo en los costos e impuestos a la hora de producir.

“Por un lado, afecta a la caja el recupero del IVA diferencial entre el 21% de costo de materiales al 10,5% que recuperamos en la venta, que es lento y con alta desvalorización y costo financiero incierto”, explicó.

En tanto, señaló que el IIBB e Impuestos Municipales son elevados y, al no estar extremadamente claros en su forma de generación y/o cálculo, también impactan en costos por la gestión administrativa.

Además, indicó que existen otros impuestos que impactan en la comercialización, como Sellos, que mantienen costos muy elevados y que afectan en gestiones complejas y demoradas.

“También podemos mencionar, en relación a los empleados, a la cantidad de sindicatos que existen en nuestro país, más de 3.000, y a partir de ello, más de 3.000 negociaciones diferentes, leyes, exigencias y alternativas. A eso se suman las exigencias de seguros, que si bien tienen en su mayoría costos bajos, existen tres o cuatro diferentes para atender cada contratación, lo que implica cálculos interminables de impuestos varios como Ganancias, obras sociales, incrementos no remunerativos, luego remunerativos, entre otros”, detalló.

Impacto ambiental: es posible producir más de manera sustentable

En otro momento de la conferencia, Hermes Machado Da Silva, presidente de Stara Argentina, se refirió a la importancia de crecer en la apuesta por la sustentabilidad para producir más con menor impacto ambiental.

“Nuestro desafío es aumentar la producción de alimentos ante el constante aumento de la población a nivel mundial. Para el 2030 seremos 8.5 billones de habitantes en el mundo, y debemos atender la demanda que ese crecimiento requerirá cuidando los recursos”, expresó.

Dentro de esta línea de trabajo, AFAT presentó al gobierno una propuesta para la reducción de emisiones de la maquinaria agrícola equipada con motores de potencia entre 19Kw y 560Kw, consistente en implementar en el país, en forma gradual, una normativa equivalente a la Tier 3 de EE.UU., Stage IIIA de la Unión Europea o MAR-1 de Brasil.

Diversidad, inclusión y rol de la mujer

A su turno, Gisele Tort, gerente de Servicio Técnico a Campo de AGCO Argentina aseguró que en AFAT existe el compromiso de mejorar continuamente los procesos y programas para asegurar un entorno seguro, inclusivo y estimulante para la fuerza de trabajo y los futuros líderes del sector.

“Reconocemos la importancia de la diversidad y la inclusión en nuestro entorno de trabajo y en las comunidades. Nuestros líderes saben, debido a la experiencia, que la diversidad en el pensamiento promueve la creatividad y la innovación y que al fomentar un entorno inclusivo se aprovecha dicha creatividad para un mayor éxito en los negocios. La creciente participación de las mujeres en la agroindustria, incluso en puestos destacados, también merece atención”, expresó.

Conclusiones

Finalmente, el presidente de AFAT, Reynaldo Postacchini, señaló que es fundamental un trabajo en conjunto entre el sector privado y el público para potenciar el desarrollo de la maquinaria autopropulsada en Argentina, con el objetivo de dar un salto de productividad.

“Desde AFAT buscamos traer la mejor tecnología para la mejor producción, con el menor impacto ambiental posible. Estamos haciendo el esfuerzo para ser competitivos y ayudar al sector a seguir creciendo”, expresó.

Asimismo, resaltó que la integración a nivel género es muy importante y hay, en ese sentido, un gran camino por desarrollar, al igual que lo referente a la capacitación y al avance en la conectividad.

“Tenemos que incentivar la educación rural para que el día de mañana los jóvenes sepan manejar la tecnología”, cerró.


12 de diciembre, día de la Maquinaria Agrícola

El 12 de diciembre de 1951 la fabricación de maquinaria y repuestos agrícolas, fue incorporadas al régimen de industrias de “interés nacional” según el decreto N°25.056. A 70 años de aquel hito, todo ha cambiado.

El avance en la tecnología de las máquinas han modificado a la agricultura, transformándola en una industria de eficiencia y producción masiva. Ese salto ha hecho que nuestro país tenga en potencia, la capacidad de producir alimentos para 400 millones de personas.

En Argentina tenemos innovación y tecnología al nivel de los principales países del mundo. La inversión en cualquier tipo de maquinaria agrícola es recompensada con una mejora en los resultados, mayor velocidad en todos los procesos, mayor precisión en la siembra, mejores rendimientos en la cosecha, ahorro de insumos y de tiempo. Los beneficios económicos son visibles desde el primer momento.

El 12 de diciembre de 2021 festejamos que la Argentina encuentra su industria de la Maquinaria Agrícola al nivel de las mejores del mundo.

6 de diciembre, día nacional del Gaucho

A principios del siglo XX el gaucho empezó a ser visto como un arquetipo de la nacionalidad argentina, y la figura que mejor representa a nuestro país. Por eso, se decidió ligar el nacimiento del autor del Martín Fierro, el 10 de noviembre, con la celebración de la tradición argentina, y la fecha de la primera edición de su obra, el 6 de diciembre de 1879, con el reconocimiento a la figura del gaucho.

El mercado se va normalizando luego de un 2020 marcado por la pandemia

Según señala el último informe de la industria de maquinaria agrícola elaborado por el INDEC, en el tercer trimestre de 2021, el total de unidades vendidas de todos los segmentos de maquinaria registran subas interanuales. Las cosechadoras exhiben el mayor incremento respecto a igual trimestre del año anterior, con 57,2%; los tractores, 35,1%; las sembradoras, 13,2%; y las pulverizadoras autopropulsadas, 5,0%.

Por su parte, cuando se analizan las unidades vendidas en el acumulado al tercer trimestre, los tractores registraron el mayor incremento interanual con 14,4%; las sembradoras crecieron 7,1%; y las pulverizadoras autopropulsadas un 12,6%; mientras que las unidades vendidas de cosechadoras experimentaron una disminución de 1,1%.

“Desde AFAT vemos que en lo que va del año el mercado se mostró más demandante que en 2020, que fue un periodo marcado por la pandemia y todas las complicaciones generadas por esa situación desafiante. Es por eso que no queremos dejar de resaltar que la base de comparación es baja, y en consecuencia, el crecimiento interanual de ventas arroja esos valores porcentuales”, aseguró Reynaldo Postacchini, presidente de la Asociación.

““Respecto de este 2021, el mercado se va normalizando. Por la situación de divisas y coyuntura por todos conocida, la demanda fue cubierta parcialmente y algunas gamas de producto estuvieron más afectadas. Confiamos en que sea mejorada esta situación en el próximo año porque, según lo visto en el Censo Nacional Agropecuario, estamos ante una gran oportunidad para aumentar la producción agropecuaria del país a través de la renovación tecnológica de la maquinaria agrícola autopropulsada; por ello continuaremos alentando la modernización del parque”.

El enojo de un empresario agropecuario argentino y un pedido desesperado al Gobierno

Reynaldo Postacchini, presidente de la Asociación de Fábricas y Distribuidores Argentinos de Tractores y otros equipamientos Agrícolas, Viales, Mineros, Industriales y Motores (AFAT), la entidad que agrupa a firmas multinacionales de maquinaria agrícola que operan en el país, alertó sobre los problemas que afronta el sector por las trabas a las importaciones y dejó una dura advertencia.

El dirigente se quejó por la falta de insumos y suministros que impiden a ese sector de la industria funcionar con normalidad y abastecer a la demanda del mercado local.

«Antes de prometer la entrega de un producto y no cumplirlo, preferimos no tomar pedidos anticipados. Eso genera una demanda insatisfecha: el mercado está en comprador y nosotros no podemos hacer frente a eso de la manera esperada», dijo en diálogo con La Nación.

En esa línea, el empresario agregó: «Son momentos claves para el campo y no hay certezas. Hay una falta de un camino claro en cuestiones relacionadas a la productividad».

LOS PEDIDOS AL GOBIERNO

Postacchini sostuvo que, desde el sector, intentan advertir continuamente al Gobierno sobre la gravedad de la situación en la que se encuentra la actividad: «El mundo se sigue moviendo y los países competidores siguen trabajando y sacándonos ventajas. Con el compre nacional no vamos a salir adelante. Con el cierre al mundo a la Argentina no le fue bien, se retrasó y perdimos industrias y fábricas».

«A veces se dicen cosas para la tribuna, hablando de multinacionales como algo malo, sin contar que son empresas muy loables que dan trabajo genuino, que pagan sus impuestos e invierten el capital en el país», añadió. Y continuó: «Tenemos que dar gracias a Dios que tenemos firmas de afuera que todavía traen inversiones a la Argentina».

El director de AFAT pidió, además, «discutir honestamente la realidad del sector». «Hay cosas que no se pueden fabricar por un tema de escala», confesó.

LOS PROBLEMAS CON EL DÓLAR

Otro de los problemas que afronta el sector es el de la brecha cambiaria. «Cuando exportamos maquinaria a un precio en dólares determinado no es un número real porque el Estado te entrega un valor oficial. Exporto dólares que no son reales sumado a lo retrasado que está con respecto a la inflación. Los costos suben en dólares todos los días y no podemos ser competitivos», detalló Postacchini.

Si bien reconoció que la pandemia dejó secuelas en todo el mundo en lo referido a la provisión de insumos y la logística, y no es un problema exclusivo de Argentina, el empresario sostuvo que la falta de dólares para importar se convirtió en una situación difícil de sobrellevar para las fábricas del sector y conlleva a su ralentización.

En este contexto, el presidente de AFAT apuntó: «El Gobierno tiene un gran problema con la entrada de divisas. Pero su principal problema es que gasta más de lo que recauda. La estrategia para crecer sería equilibrio fiscal. Los países de la región tienen una inflación que no supera los dos dígitos. Esto demuestra que desde hace 70 años estamos haciendo mal las cosas«.

Y agregó: «Lamentablemente, si no administramos de manera eficiente, la cosa no va a cambiar: el gasto del Estado es enorme. Hay dos ejes a seguir: la educación y una mejor administración pública de sus recursos escasos».

Finalmente, el dirigente empresarial pidió plantear seriamente el modelo de país que se quiere. «A veces preocupa que un día los dueños de las empresas decidan cerrar e irse del país por falta de previsibilidad. Ojalá que nunca pase algo así y que la Argentina no se convierta en Venezuela», concluyó.

Cronista Comercial

https://www.cronista.com/economia-politica/el-enojo-de-un-empresario-agropecuario-argentino-y-un-pedido-desesperado-al-gobierno/